La llamada a la oración suena en la ciudad, innumerables voces de los muecines se mezclan con el ruido de la vida diaria. Eso es todo, estoy de vuelta en Marruecos, después de dos años de ausencia. Me llaman “Zmagriya” – traducido literalmente como “aquellos que han huido de la pobreza,” que no es mi caso por haber nacido en Francia, pero tengo la oportunidad de ver los cambios que conforman el país. Por cambios, me refiero a cambios positivos, así como cambios negativos percibidos a través del prisma de mis orígenes tanto marroquí y francesa, Europea. Por lo que puedo recordar, según mis recuerdos de la infancia, estos cambios son significativos y han sido deslumbrantes.
Esto es solo mi punto de vista, ya que como mencionamos en POC, no hay solo una historia, sino una multitud de historias.
A menudo se dice que Marruecos es un país “en transición”. En primer lugar, este es un país que está siendo enriquecido exponencialmente. Con el acceso al crédito al consumo, surgió una clase media considerable en el espacio de una década. Para que te hagas una idea, en los años 90, según mis recuerdos de la infancia, sólo había un modelo de coche que circulaba: el Fiat Uno, posiblemente, el Fiat Punto, generalmente de color blanco o rojo, a veces un poco más de lujo. Ahora, las familias tienen varios coches y en las grandes ciudades, Mercedes, BMW, Audi, y Kia abundan.
La red de carreteras, así como la red de ferrocarriles se expandieron en gran medida. Siempre me sorprende en el nuevo tranvía que pasa por Rabat y Casablanca.
Hay dos cosas que marcan la vida de los marroquíes y que no se pueden tocar: el Islam y el trono, ambos sagrados en la Constitución marroquí.
El rey Mohammed IV, gobernante absoluto de Marruecos y «comandante de la faithul». Su retrato está presente en restaurantes, cafeterías e incluso en las casas. Desde que termino el reinado de Hassan II, la forma de gobernar ha cambiado. Al hijo del rey Mohammed VI, le llaman el rey de los negocios … y esto está absolutamente justificado. Él es el primer comerciante privado en el reino a través de sus diversas propiedades. La monarquía mantiene un fuerte control sobre la economía. Pero esto está lejos de escandalizar a la opinión pública. Los precios cobrados por la realeza con respecto a las propiedades son imbatibles, por ejemplo, debido a la reutilización de la tierra en el reino. Por lo tanto, esto permitió que muchos marroquíes pudieran acceder a una residencia secundaria. A pesar de que el poder queda en manos del rey, éste concede más cosas a su pueblo. Criticar a el rey en términos irrespetuosos es todavía arriesgado. Siempre recordaré la mirada de desaprobación de mi padre, cuando hice una broma acerca de la muerte de Hassan II y la adhesión de su hijo, frente a los agentes en el aeropuerto. “En casa, puedes decir cosas como esas, pero no aquí!”
Los periodistas son detenidos a veces por palabras irrespetuosas a la monarquía. Sin embargo, ha habido un cambio real, que por primera vez me sorprendió: la reacción de los marroquíes que envolvió al país en junio para impugnar la liberación de un pedófilo español, siguiente a la celebración del día del trono, como un desafío directo a una decisión real. Yo incluso asistí a muchas manifestaciones frente al Parlamento en Rabat, partidarios de la Hermandad Musulmana en Egipto, así como los estudiantes que requieren una reforma profunda de una educación pública débil y obsoleta o debido al aumento del costo de vida sin indexación salarial.
Los jóvenes parecen involucrarse cada vez más en juego político-social en los medios de comunicación social, probablemente porque hay más y más ciber-cafés en pueblos y ciudades. La juventud ya no sueña con Europa u Occidente, pero redefine su identidad marroquí. El documental I Love Hip Hop in Morocco, nos muestra que en los zocos, una gran cantidad de Puff Daddy y Eminem desarrollan un movimiento alternativo hip hop no siempre visto de manera positiva en un país que no es realmente de hip hop, a veces, refractario a la música, que se considera en oposición al Islam. Los códigos de Hip Hop americano son revisados. El Hip Hop marroquí se compone de letras árabes e instrumentos árabes tradicionales. Por otra parte, durante mucho tiempo, las radios estatales que emiten estilos muy tradicionales de música como Chaabi, fueron las únicas estaciones. Desde 2006, hay una radio para el público joven y revela nuevos talentos marroquíes de diversa formación musical. Marruecos está transformando claramente su identidad.
Pero las críticas más duras hacia el rey se centran en la Mudawana, el nuevo Código de Familia que, desde 2004, hace igual a los hombres marroquíes, excepto la herencia … Lo que ya no es necesario un tutor para casarse, ahora puede reclamar el divorcio (una prerrogativa hasta entonces reservado a los hombres. Es un hecho, la sociedad marroquí es profundamente machista.
Mientras caminas por las calles puedes encontrarte con mujeres que visten un velo integral así como con mujeres que escandalosamente llevan un cigarrillo en la mano; ilustrando la paradójica realidad de la sociedad marroquí. El país se está moviendo, pero parece ser la presa de las tensiones entre las dinámicas contradictorias. Mientras que algunas áreas están en la vanguardia del progreso, otras están en una depresión catastrófica. Esto ha dado forma a la imagen de Marruecos. Algunos dicen que “hay varios Marruecos”. El Marruecos, a veces, un poco esquizofrénico, pero que avanza a su propio ritmo.
